julio 2025

Cómo hablar con tu hijo sobre la seguridad en la escuela

Ariana Hoet, PhD

Resumen Del Artículo

 
  • Habla con tu hijo con frecuencia usando preguntas abiertas para entender sus pensamientos y temores sobre la seguridad en la escuela. Déjalo guiar la conversación para que se sienta escuchado y acompañado.
  • Explica los simulacros de encierro con calma y de forma tranquila, comparándolos con los simulacros de incendio. Después de un simulacro, pregúntale cómo se sintió y ofrécele consuelo, respetando si no quiere hablar.
  • Cuando haya noticias de violencia en la escuela, limita el tiempo frente a las noticias, mantén las rutinas y recuérdale las medidas de seguridad que existen en su escuela.

Muchos niños (también sus padres) sienten temor ante la posibilidad de que ocurra violencia en la escuela.

Los niños que se preocupan por su seguridad escolar tienen más probabilidad de experimentar ansiedad, depresión o incluso evitar ir a clases. También pueden tener más dificultad para concentrarse en sus estudios.

Puedes ayudarlos a manejar estos pensamientos y emociones hablando con ellos y conversando qué acciones pueden tomar para mantenerse lo más seguros posible.

Empieza la conversación antes de que haya un incidente

  • Haz chequeos frecuentes preguntando cómo se sienten en la escuela. Usa preguntas abiertas.
    Si tu hijo expresa miedo, di cosas como: “Cuéntame más sobre qué te preocupa.”
    A veces sus ideas pueden ser diferentes a lo que imaginamos. Es importante dejar que guíen la conversación para poder entender realmente lo que piensan.
    Recuerda validar sus emociones mientras conversan.

Conversaciones sobre simulacros de encierro

  • Si los simulacros de encierro hacen que tu hijo piense que su escuela será atacada, habla con él antes y después del simulacro.
    • Antes del simulacro, explica que estos ejercicios se hacen para aprender qué hacer en una emergencia, al igual que los simulacros de incendio. Recuérdale que las situaciones reales son poco comunes, pero que es importante estar preparados para saber cómo actuar y mantenernos seguros.
    • Después del simulacro, pregúntale cómo fue su experiencia y cómo se sintió. Valida sus emociones y bríndale tranquilidad.
      Puede que siga sintiéndose triste o preocupado, y eso está bien. Lo importante es ofrecerle un espacio seguro para expresarse.
      Si no quiere hablar mucho del tema, no lo presiones. El objetivo es que sepa que puede hablar contigo si lo necesita.

 Conversaciones cuando ocurre un incidente real

  • Si hay noticias de violencia escolar, hablen sobre eso en familia.
    Limiten el tiempo que pasan viendo o leyendo noticias sobre eventos traumáticos.
    Practiquen juntos maneras de manejar emociones intensas y realicen actividades de autocuidado como familia.
  • Ayuda a tu hijo a enfocarse en los procedimientos que existen para mantener la seguridad en la escuela. Aunque ha habido incidentes graves en algunos lugares del país, en general las escuelas son espacios seguros para los niños. Tener una sensación de control es útil para afrontar el miedo o la ansiedad. También hablen sobre con quién puede acudir si ve o escucha algo preocupante en la escuela (maestros, orientadores, personal administrativo, etc.).
  • Las rutinas son clave para que los niños se sientan seguros. Mantén el mismo horario y reglas de siempre: escuela, actividades, eventos, comidas, hora de dormir, etc.

Recuerda, aunque quisiéramos proteger a nuestros hijos de temas difíciles o emociones incómodas, es importante hacer espacio para hablar sobre la seguridad en la escuela.
Tener la oportunidad de expresar sus emociones, sentirse escuchados y saber cómo responder, les da herramientas para afrontar momentos difíciles.

Estas conversaciones pueden ser difíciles para ti también, especialmente si compartes emociones similares a las de tu hijo.
¿Qué puede ayudar a que sean más fáciles?
¡La práctica!
Conversaciones diarias sobre temas sencillos y divertidos pueden preparar el camino para hablar con más tranquilidad cuando surjan temas complejos.