agosto 2025

Cómo apoyar a un niño que ha perdido a alguien por suicidio

The Kids Mental Health Foundation Icon
Elena Camacho, MSW, LSW

Resumen Del Artículo

 
  • La pérdida por suicidio afecta a muchos adolescentes e incrementa su riesgo de suicidio: 1 de cada 5 adolescentes conoce a alguien que murió por suicidio y aquellos que ya enfrentan dificultades de salud mental son especialmente vulnerables.
  • El dolor después de perder a alguien por un suicidio puede ser intenso, complicado y duradero; puede volver a aparecer con el tiempo.
  • Los adultos pueden ayudar ofreciendo espacio para emociones intensas y enfocándose en la esperanza. Recuérdales que el suicidio nunca es su culpa.
  • Ayudarle a ver la salud mental de manera positiva con tu ejemplo y conectar con otros que hayan vivido una pérdida por suicidio puede reducir el estigma y ayudar a los adolescentes a sentirse menos solos. Buscar ayuda profesional puede brindar un apoyo adicional.

Perder a alguien por suicidio es una experiencia devastadora, y personas de todas las edades se ven afectadas por esta pérdida, incluidos los jóvenes. Uno de cada cinco adolescentes ha estado expuesto a la muerte por suicidio de un amigo, familiar o conocido, y las investigaciones científicas sugieren que esto aumenta el riesgo de suicidio, especialmente en aquellos que ya enfrentan dificultades con su propia salud mental. El suicidio suele ser prevenible y el apoyo de adultos que se preocupan puede desempeñar un papel muy importante en la protección de los jóvenes.

Formas de apoyar

Puedes ayudar a tu hijo si ha perdido a alguien por suicidio. Es importante hablar con él y preguntarle cómo se siente. También puedes asegurarte de que comprenda lo siguiente:

El suicidio no es culpa de nadie.

  • Es común luchar con preguntas como: “¿Qué pude haber hecho diferente? ¿Por qué pasó esto? ¿Pude haberlo evitado? ¿Fue mi culpa?” Una parte importante del proceso de sanar es aprender a seguir adelante con estas preguntas sin respuesta. El suicidio es complejo y en él intervienen muchos factores. Rara vez existe una sola causa o razón por la que un joven decide quitarse la vida. Volver una y otra vez a estas preguntas puede alargar el duelo e interferir con un proceso de sanación saludable. Lo que más ayuda no es encontrar todas las respuestas, sino contar con apoyo constante, un espacio para procesar y orientación para aprender a sobrellevarlo.

El duelo y la sanación se ven diferentes para cada persona.

  • El duelo es un proceso difícil para cualquiera. Sin embargo, el duelo por una pérdida por suicidio trae consigo retos únicos. Algunas de las muchas emociones que tu hijo adolescente puede experimentar incluyen shock, vergüenza, culpa, abandono, confusión y enojo hacia la persona fallecida. Un sobreviviente de una pérdida por suicidio necesita un espacio seguro para procesar esa pérdida. Tú puedes ofrecer parte de ese espacio simplemente estando presente y escuchando sin juzgar, sin dar consejos ni críticas. Quienes atraviesan un duelo por suicidio y no cuentan con un sistema de apoyo sólido pueden ser más propensos a autolesionarse u optar por otras conductas de riesgo para sobrellevarlo. Tú también puedes estar viviendo tu propio duelo y cuidar de ti mismo es clave.

Enfocarse en los buenos recuerdos y honrar a la persona fallecida puede ayudar en el proceso de duelo.

  • Ayuda a tu hijo a recordar las experiencias valiosas y los recuerdos positivos, enfocándose en la esperanza y el perdón. Permitir que tu hijo comparta su historia a su propio ritmo puede ser sanador y empoderador tanto para él como para los demás. Apóyalo a honrar la memoria de su ser querido a través de una ceremonia, el arte o ayudando a los demás. Esto puede incluir reunirse con amigos cercanos para compartir recuerdos favoritos, pintar algo que le recuerde a la persona, ofrecer su tiempo como voluntario para ayudar a otros o escribir en un diario lo que hubiera querido decir.
  • En algunas familias, la sanación puede incluir rezar juntos, visitar la tumba con regularidad o contar historias sobre la persona. Recurrir a las tradiciones culturales puede brindar consuelo, conexión y un sentido de pertenencia. Esto abre la oportunidad de construir una nueva identidad y narrativa, generalmente una de resiliencia y fortaleza, que aporta significado y también puede funcionar como un factor de protección.

Conectarse con otros que han experimentado una pérdida por suicidio puede ayudar en el proceso de sanación.

  • Es importante que quienes están viviendo una pérdida por suicidio busquen a personas comprensivas y solidarias. El estigma o el juicio excesivo pueden aislar a los adolescentes y dificultarles procesar su duelo. Esto es especialmente relevante para los adolescentes, quienes son fuertemente influenciados por sus pares y valoran mucho la aceptación social. Animar a los adolescentes a conectarse con otros sobrevivientes de una pérdida por suicidio puede ayudarlos a sentirse menos solos. Visita Alliance of Hope para encontrar a otros sobrevivientes y grupos de apoyo.

Buscar ayuda suele ser la decisión correcta.

  • La forma en que los padres y adultos hablan sobre la salud mental puede influir mucho en la disposición de los adolescentes para buscar apoyo. Cuando los adultos muestran que pedir ayuda es una decisión positiva y valiente, los niños tienen más probabilidades de hablar cuando están atravesando dificultades.
  • Puedes apoyar a tu hijo compartiendo dónde puede encontrar ayuda, como llamando o enviando un mensaje al 988, la Línea Nacional de Prevención del Suicidio y Crisis. También es útil conocer los síntomas y factores de riesgo de los problemas de salud mental, escuchar con atención y elaborar un plan para mantener a tu hijo seguro.
  • Este plan puede incluir retirar o poner bajo llave objetos que puedan ser peligrosos, vigilar más de cerca a tu hijo y escribir qué hacer y a quién llamar en caso de crisis.

El duelo tras un suicidio no avanza en línea recta: puede ser intenso, complicado y durar mucho tiempo. También puede reaparecer en momentos inesperados, como cumpleaños, aniversarios o etapas de cambio. Si sientes que estás estancado, abrumado o no sabes cómo avanzar en el proceso de sanación, considera buscar ayuda profesional para ti y para tu hijo.

Si tú o tu hijo necesitan ayuda por tener pensamientos suicidas, llama, envía un mensaje de texto o chatea con la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis al 988, o envía la palabra “AYUDA” al 741-741 al Crisis Text Line. Si existe un riesgo inmediato o es una emergencia, llama al 911 o acude a la sala de emergencias más cercana.

Recursos y referencias

Para más información y recursos sobre este tema, visita este sitio web: https://suicidology.org/resources/suicide-loss-survivors

Andriessen, K., Lobb, E., Mowll, J., Dudley, M., Draper, B., & Mitchell, P. B. (2019). Help-seeking experiences of bereaved adolescents: A qualitative study. Death studies43(1), 1-8. https://doi.org/10.1080/07481187.2018.1426657

Andriessen, K., Rahman, B., Draper, B., Dudley, M., & Mitchell, P. B. (2017). Prevalence of exposure to suicide: A meta-analysis of population-based studies. Journal of Psychiatric Research, 88, 113-120. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2017.01.017

Andriessen, K., Draper, B., Dudley, M., & Mitchell, P. B. (2016). Pre-and post-loss features of adolescent suicide bereavement: A systematic review. Death studies, 40(4), 229-246. https://doi.org/10.1080/07481187.2015.1128497

Balk, D. E. (2014). Dealing with dying, death, and grief during adolescence. Routledge.

Bottomley, J. S., Smigelsky, M. A., Bellet, B. W., Flynn, L., Price, J., & Neimeyer, R. A. (2019). Distinguishing the meaning making processes of survivors of suicide loss: An expansion of the meaning of loss codebook. Death studies, 43(2), 92-102. https://doi.org/10.1080/07481187.2018.1456011

Cerel, J., Moore, M., Brown, M. M., Van De Venne, J., & Brown, S. L. (2015). Who leaves suicide notes? A six‐year population‐based study. Suicide and Life‐Threatening Behavior, 45(3), 326-334.

Cerel, J., Myfanwy, M., van de Venne, J., Moore, M., Flaherty C., & Brown, M. (2016). Exposure to suicide in the community: Prevalence and correlates in one U.S. state. Public Health Reports 131(1), 100-107. https://doi.org/10.1177/003335491613100116

Hawton, K., Saunders, K., & O'Conner, R.C. (2012). Self-harm and suicide in adolescents. The Lancet 379(9834), 2373-82. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(12)60322-5

Jordan, J. R. (2001). Is suicide bereavement different? A reassessment of the literature. Suicide and life-threatening behavior, 31(1), 91-102.https://doi.org/10.1521/suli.31.1.91.21310

Myfanwy, M., Cerel, J., Sanford, R., Pearce, T., & Jordan, J. (2017). Is exposure to suicide beyond kin associated with risk for suicidal behavior? A systematic review of the evidence. Suicide and Life-Threatening Behavior 47(4), 461-74.

Sands, D. C., Jordan, J. R., & Neimeyer, R. A. (2011). The meanings of suicide: A narrative approach to healing. In Jordan and McIntosh (Eds.), Grief After Suicide: Understanding the Consequences and Caring for the Survivors (pp. 249-282). Routledge.

Diefendorf, S., Van Norden, S., Abrutyn, S., Mueller, A. (2022). Understanding Suicide Bereavement, Contagion, and the Importance of Thoughtful Postvention in Schools. In: Ackerman, J.P., Horowitz, L.M. (eds) Youth Suicide Prevention and Intervention. SpringerBriefs in Psychology. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-031-06127-1_6